Camiseta blanca, tres rayas laterales y nombre en la espalda. Sonrío. ¿Qué nombre habrá elegido? Lo más seguro es que esa simple camiseta coloreada te transmita no solo los momentos triunfales de tu equipo, sino cada uno de los momentos que pasaste al lado de quien despertó la afición en ti, y que no son pocos precisamente: a lo largo del año y con la sucesión de jornadas, las estaciones se alternan en los estadios de fútbol o en los propios bares de barrio en los que creciste con tu padre, madre, tíos o primos acompañado de tus vecinos.