El martes 22 de diciembre de 2009 hizo su debut como seleccionador catalán ante Argentina, que acabó con una victoria de 4-2 para la selección catalana (partido disputado en el Camp Nou). Cruyff empezó a trabajar entonces en una nueva generación de canteranos, que emularan a sus predecesores Josep Guardiola, Albert Ferrer o Guillermo Amor y la encontró en la llamada Quinta del Mini, una remesa de canteranos con grandes cualidades encabezada por Iván de la Peña, junto a Albert Celades, los hermanos Óscar y Roger García o su propio hijo Jordi Cruyff.