Esta señora transportaba niños sobre su espalda hasta la población de Río Negro convirtiéndose así en símbolo de la fortaleza y el espíritu de lucha que poseen las mujeres de esta tierra. Para visitar las ruinas de Bonampak hay que deshacer el camino andado. Primero tomamos de nuevo la lancha descendiendo en sentido contrario el río Usumacinta hasta llegar a orillas de Crucero Corozal, allí comimos en un restaurante concertado por la agencia y al terminar nos montamos de nuevo en la furgoneta que habíamos venido hasta llegar a una desviación.