No es el físico (que siempre ayuda, para todos, no nos engañemos), no es el carácter a medio formar (que no tiene por qué estar relacionado con la edad), no es el falso homenaje al culto ególatra (en cierto punto, lo que opinen los demás empieza a darte un poco igual). Poco después, se unió a las competencias iniciales del Balonmano de Salón.