Lo hizo PSA, la mayor agencia de autentificación y calificación de cromos, en una escala de 1 a 10, en la que el 5 ya es excelente y el 10, la perfección, con esquinas afiladas, imagen nítida, brillante y perfectamente centrada, según explica la firma en su página web. El récord mundial se rompió en el pasado mes de marzo del 2002 cuando en una subasta en Londres se pagaron hasta 225 mil dólares por esta pieza.