En el Estádio da Luz, dos nombres brillan con fuerza en el once titular del Benfica: David Neres y Rafael Silva. La conexión entre ambos no solo ha dinamizado el ataque encarnado, sino que ha consolidado al equipo como una potencia ofensiva en la Superliga Portuguesa. Los aficionados, que llenan las gradas y visitan cada semana su tienda camisetas futbol baratas de confianza para lucir los colores del club, han sido testigos de una sociedad que se entiende casi de manera telepática.
La clave de este entendimiento radica en sus perfiles complementarios. Neres, el extremo brasileño de regate imprevisible y visión periférica, aporta desequilibrio por banda derecha, mientras que Silva, con su inteligencia táctica y movilidad entre líneas, se presenta como el socio perfecto para finalizar o continuar la jugada. Su sociedad no solo se limita a goles y asistencias; también se refleja en la fluidez del juego del Benfica, que muchas veces depende de sus combinaciones rápidas y precisas.
En los partidos más exigentes, como los enfrentamientos ante el Porto o Sporting, esta dupla ha demostrado ser letal. Un ejemplo fue la victoria por 3-1 sobre el Braga, donde ambos participaron directamente en las tres anotaciones. Silva marcó dos tantos, ambos tras asistencia de Neres, mientras que el brasileño se llevó los aplausos con una actuación que rozó la perfección.
Más allá de las estadísticas, la influencia de Neres y Silva se percibe en la manera en que el equipo se transforma cuando ellos están en forma. Roger Schmidt ha sabido explotar su sinergia, diseñando esquemas donde sus libertades ofensivas se maximizan. Neres recibe con espacio y encara; Silva se desmarca en el momento exacto. La fórmula es sencilla, pero efectiva.
A medida que avanza la temporada, la expectativa de los hinchas crece. Con el Benfica peleando en todas las competiciones, la constancia de esta dupla será determinante para las aspiraciones del club. Incluso en los entrenamientos, según informan medios locales, su entendimiento es tan claro que los defensas del equipo B tienen dificultades para detenerlos.
Si mantienen este nivel de conexión, no solo podrían llevar al Benfica al título, sino que también podrían despertar el interés de grandes clubes europeos. Por ahora, los benfiquistas disfrutan del espectáculo cada fin de semana, sabiendo que mientras Neres y Silva estén en el campo, el gol nunca estará lejos.