Hombres con chalecos y cascos blancos y naranjas llegan de inmediato al Saratoga a apoyar en lo que hiciera falta. “Los primeros que nos reunimos allí entramos a la escuela. “Vamos que esto no es normal, algo hubo ahí”, le dice a sus compañeros. Pero ¿sabes cuántas veces he ido a comer a su casa para que me explicase cosas en la pizarra?